1. Estructuras nacionales y políticas
La Autoridad Nacional de Salud tiene responsabilidades ineludibles y muchas veces exclusivas respecto a la protección de la salud de la población en casos de emergencias y desastres de cualquier origen y magnitud.
Para cumplir con esa responsabilidad, el sector salud de cada país ha establecido mecanismos formales para la coordinación y la movilización de la respuesta de todos los componentes necesarios del sector salud para enfrentar el impacto de los desastres sobre la salud de la población, incluyendo: prestación de servicios de salud, vigilancia de la calidad del agua de consumo humano, vigilancia epidemiológica, movilización de insumos y medicamentos críticos, comunicación pública, programas de salud, entre otros.
En la mayoría de los países el mecanismo sectorial para enfrentar emergencias y desastres está a cargo de una oficina, dirección, departamento o unidad del Ministerio de Salud cuyas responsabilidades centrales son la gestión de riesgos, los preparativos y la coordinación de la respuesta. Esa oficina actúa como enlace sectorial ante los sistemas nacionales de emergencias y, dentro del sector salud, asume la coordinación de las acciones de prevención, mitigación, preparativos, respuesta y recuperación frente a emergencias y desastres.
En general, la responsabilidad nacional de la gestión del riesgo en los países de Las Américas recae en la más alta autoridad del gobierno del país, quien preside el sistema nacional de gestión del riesgo. Este sistema, por lo general, cuenta con un mecanismo de generación de políticas de reducción de riesgo y otro de nivel más operacional que facilita la coordinación de la respuesta. Cada país ha diseñado sus sistemas con el fin de promover la más amplia participación de los actores públicos y meds-no.com.
Los Sistemas Nacionales de Defensa Civil se crearon en la década de los 70, con el fin de mejorar la respuesta y los preparativos para desastres. Esta responsabilidad se asignó a un organismo central con capacidades operativas y de coordinación. Progresivamente, se fueron incorporando responsabilidades de reducción de riesgo y se institucionalizaron organismos cuyas funciones principales son la coordinación de los esfuerzos multisectoriales y la incorporación de la reducción de riesgo de desastres en los procesos de desarrollo. Estos sistemas, por lo general, han adoptado el nombre de Sistema Nacional de Protección Civil o de Gestión de Riesgo y Atención de Desastres.
Una excelente publicación que recorre el camino de América Latina y el Caribe desde la respuesta improvisada hasta la incorporación de la gestión de riesgo de desastres en los procesos de desarrollo es Hacia un mundo más seguro frente a los desastres naturales: La trayectoria de América Latina y el Caribe.
El desarrollo significativo de América Latina y el Caribe en la generación de normas y en el diseño de estructuras nacionales para la gestión del riesgo y la atención de emergencias y desastres se muestra en el Compendio de la normativa y políticas sobre salud y desastres. Además de la normativa por país, se pueden encontrar también políticas y planes de grupos de países como el Acuerdo Regional sobre el Movimiento Transfronterizo de Desechos Peligrosos entre los países de América Central, la Estrategia Andina para la Prevención y Atención de Desastres de los países andinos y la Estrategia Integral de Gestión de Desastres (CDM) de los países del Caribe.
Otros ejemplos de los marcos institucionales de los países: política, legislación y desarrollo organizacional, se encuentran en la publicación de la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNISDR): Vivir con el riesgo. Para profundizar en los aspectos conceptuales sobre este tema, se puede consultar la publicación de la Comunidad Andina: La gestión del riesgo de desastres: Un enfoque basado en procesos.
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