4.1. Costo-beneficio de la mitigación de desastres en los servicios de salud

  • Share

Entre las herramientas disponibles para fomentar las inversiones en la reducción de riesgo se encuentra el análisis costo-beneficio, empleado con éxito en el proceso de toma de decisiones. Este análisis se basa en un principio muy simple: compara los beneficios y los costos de un proyecto particular y, si los primeros exceden a los segundos entrega un elemento de juicio inicial que indica su aceptabilidad.

En un informe preparado por la CEPAL, se calcula que en los países de las Américas se perdió más de US$3.120 millones en un periodo de 15 años por causa de los daños a la infraestructura sanitaria. Se estima que las pérdidas indirectas son considerablemente mayores cuando se mide el aumento de los costos sanitarios para los millones de personas que quedaron sin servicios de salud durante un período prolongado.


Asimismo, en estudios realizados por la OPS se demuestra que los costos de reforzamiento de la infraestructura de salud son relativamente bajos cuando se les compara con el costo de la inversión que se protege. La medida de la rentabilidad de esta inversión se obtiene comparando este costo con el monto de las pérdidas económicas y humanas que ocasionaría un desastre en caso de no llevarla a cabo. Lamentablemente, los beneficios de la aplicación de medidas de mitigación se hacen más evidentes y se les presta mayor atención sólo después que ha ocurrido un desastre.

El análisis de costo-beneficio de la mitigación ante desastres varía, y depende del evento adverso, del tipo de edificación, así como del momento de la intervención, pues cuanto más pronto se integren las medidas de seguridad en el proceso, más económicas resultarán. Es así que, por ejemplo, la inclusión de consideraciones de seguridad frente a los terremotos en la planificación de nuevos establecimientos puede incrementar alrededor de un 2% al costo total (infraestructura y equipamiento), mientras que el reforzamiento de los establecimientos existentes para resistir terremotos, por ejemplo, puede costar un promedio de entre 8% y 15% del costo total.

Cabe indicar que si bien se busca plantear elementos -en términos económicos- que permitan sustentar las ventajas de invertir en mitigación, la seguridad de los hospitales y disponer de servicios de salud funcionando en desastres es, en primer lugar y ante todo, un tema social, difícil de cuantificar, que no debe condicionarse a un rendimiento económico.