4. Fortalecimiento de la capacidad de respuesta
Las acciones para disminuir las amenazas y las vulnerabilidades reducen el riesgo, pero no lo eliminan. El riesgo remanente implica la probabilidad de que se produzcan daños de magnitud your-asthma-info.com a ese riesgo remanente y, por tanto, es necesario prepararse para enfrentar el impacto sobre la salud.
Es necesario fortalecer la capacidad de respuesta del sector salud con el fin de minimizar la pérdida de vidas, la invalidez permanente y el impacto socio-económico sobre la salud.
A este conjunto de acciones se denomina preparativos y se describen mejor en sus tres componentes principales:
A este conjunto de acciones se le denomina preparativos y se describen mejor en sus tres componentes principales: plan, capacitación y recursos. El ministerio de salud como ente rector del sistema de salud, así como las instituciones que lo conforman, deben estar organizados y ser capaces de responder a las emergencias y desastres reduciendo al máximo posible la improvisación y la adopción de soluciones coyunturales o ad-hoc. En los manuales de preparativos del sector salud para emergencias y desastres publicados por la OPS, se describen mecanismos y modelos de organización para mejorar la capacidad de respuesta y para enfrentar las emergencias, considerando los niveles nacionales, sub-nacionales y locales.
4.1. Plan
Uno de los elementos más recurrentes en la medición de la capacidad del sector salud para enfrentar emergencias y desastres es la existencia o no de un plan. Sin embargo, existen diferentes tipos de planes: desde planes estratégicos y gerenciales para el diseño organizacional y la mejora de los recursos humanos en salud, hasta los planes operativos de una unidad de urgencia de un establecimiento de salud.
En el proceso de organización del sector salud para mejorar la capacidad de respuesta, es necesario elaborar un plan de acción que identifique aquellos elementos que necesitan ser fortalecidos y diseñar las acciones necesarias para mejorarlos en el tiempo. Estos planes usualmente son de carácter permanente y son dinámicos por cuanto siempre hay espacio y oportunidad de seguir mejorando los mecanismos, la capacidad del personal y los recursos de los que se disponen.
Otro tipo de plan es el que se elabora para ejecutar la respuesta frente a un evento o frente a múltiples amenazas. Este tipo de plan se denomina plan general de respuesta y, si es específico frente a un evento próximo, se le suele denominar plan de contingencia. En este caso, las acciones describen en forma clara, concisa y completa cuales son los roles y las responsabilidades específicas del personal determinado y los recursos disponibles en el momento. En otras palabras, este tipo de plan no es una lista de “buenos deseos”, sino la implementación de acciones que han sido determinadas.
Para reducir el riesgo en establecimientos de salud, se puede elaborar un plan para mejorar la seguridad estructural, no-estructural y funcional. Este plan contiene objetivos, estrategias, actividades, resultados esperados, cronograma, etc.
Un ejemplo de plan estratégico es el Plan de Acción de Hospitales Seguros 2010-2015 aprobado por los Ministros de Salud de las Américas y los planes elaborados por varios países de la región en este mismo sentido. En este caso, es necesario hacer la diferencia entre un plan de acción regional o nacional, que usualmente son de carácter estratégico, y los planes de los niveles sub-nacionales, locales y de establecimientos de salud que son progresivamente más operacionales y menos estratégicos.
4.2. Capacitación
La ejecución de los planes requiere de personal entrenado específicamente para cumplir los roles y responsabilidades que le fueron asignadas en el plan. El manejo de los problemas de salud derivados de las emergencias y desastres requiere de conocimientos y de adiestramiento específico de acuerdo al tipo de emergencia o desastre al que se quiere enfrentar y, por ende, el personal de salud tiene que estar permanentemente actualizado sobre los aspectos técnicos y científicos de las intervenciones de salud en emergencias y desastres.
Por ello es necesario que las instituciones del sector salud establezcan programas de educación continua en temas de emergencias y desastres y que este tipo de capacitación se incorpore en las instituciones de educación, formación, capacitación y entrenamiento formal. Es también recomendable incorporar criterios mínimos de educación o formación en gestión de riesgo de desastres para la selección de las personas encargadas de la conducción de los programas y las actividades de desastres en salud. Otros criterios de capacitación en servicio del personal de salud forman parte de los mecanismos de certificación o re-certificación del personal de salud y de acreditación de las instituciones de salud.
Finalmente, la realización de ejercicios de simulación y simulacros son muy útiles como herramientas de sensibilización, capacitación y verificación de la capacidad de respuesta. Estos ejercicios debieran programarse periódicamente incorporando instrumentos para medir la calidad del ejercicio en sí y también para evaluar la capacidad de respuesta de los componentes sometidos a prueba.
4.3. Recursos
Además de la planificación, organización y entrenamiento del personal para enfrentar el impacto de los desastres, es preciso también contar con los suministros, equipamiento y financiamiento necesarios para implementar las acciones antes, durante y después de los eventos adversos. Las autoridades del sector salud tienen la responsabilidad de asegurar que esos recursos estén disponibles para su pronta utilización.
Otro de los aspectos críticos es el establecimiento de procedimientos especiales para la adquisición de recursos adicionales en situaciones de emergencia o de riesgo inminente. Uno de los mecanismos podría ser la creación y asignación de un fondo de emergencia con normas de uso flexibles, pero asegurando la rendición de cuentas.